Redacción. Madrid
Un grupo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned) y de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, han descubierto una nueva función de la dopamina en la glándula pineal, implicada en la regulación del sueño. Los resultados de la investigación ‘Circadian-related heteromerization of adrenergic and dopamine D4 receptors modulates melatonin synthesis and release in the pineal gland’ se publican en el último número de la revista PLoS Biology.
El grupo del Ciberned que ha participado en la investigación.
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El ritmo circadiano consiste en una serie de procesos biológicos que permiten adaptar la actividad cerebral según el momento del día (ciclos de luz y oscuridad). Uno de los protagonistas en esta adaptación es la glándula pineal, una de cuyas funciones es la síntesis de melatonina, la cual se produce y libera por la noche y actúa en distintas partes del organismo regulando la actividad metabólica.
La noradrenalina es una hormona que participa en la regulación de la síntesis y liberación de melatonina en la glándula pineal. Para ejercer su función, ha de unirse a sus receptores en la membrana de las células. Durante mucho tiempo se creía que estos receptores de noradrenalina actuaban de manera individual. En este trabajo se ha descubierto que los receptores de noradrenalina no actúan de forma independiente, sino que forman heterómeros con otras proteínas, los receptores de dopamina. La dopamina, que es un importante neurotransmisor, al interaccionar con sus receptores, inhibe los efectos de la noradrenalina y disminuye la producción y liberación de melatonina. Estos receptores de dopamina sólo aparecen en la glándula pineal al final del periodo de oscuridad por lo que la formación de estos heterómeros es un mecanismo eficaz para interrumpir la producción de melatonina cuando empieza el día.
El hallazgo de esta nueva función de la dopamina será de gran utilidad a la hora de diseñar nuevos tratamientos que ayuden a paliar alteraciones del ritmo circadiano como las que se producen en el jet lag, en las personas que trabaja en horarios nocturnos y en los trastornos del sueño en general que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afectan a un 40 por ciento de la población mundial y a un tercio de la población adulta en España.
Las alteraciones del ritmo circadiano también producen alteraciones del índice de masa corporal por encima de los niveles recomendados en el 50 por ciento de los europeos, según el informe Health at a Glance Europe 2010 report de la Comisión Europea y la OCDE, y alteraciones del comportamiento que afectan a uno de cada cuatro individuos al menos una vez en su vida (Bulletin of the World Health Organization), en los que los niveles de melatonina están relacionados.
Este proyecto se ha llevado a cabo por el grupo de investigación Neurobiología Molecular de la Universidad de Barcelona en el que trabajan los profesores Peter Mc Cormick, Enric Canela, Antoni Cortés, Josefa Mallol, Vicent Casadó y Carme Lluís, y en el que han participado el doctor David Moreno y los doctorandos Sergio González y Estefanía Moreno.
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